Julia Solis habla de algunos de los eventos creados con el colectivo Dark Passage, una serie de juegos organizados en los lugares abandonados que exploraban.
Uno de ellos es El fantasma de la ópera: un macabro y emocionante juego de rol, ambientado en un desolado complejo vacacional de los 60, en que los jugadores tenían que ganar la nariz del Fantasma al Bingo. Para poder jugar tenían que intercambiar partes del cuerpo mutiladas, que se encontraban en las diferentes áreas del lugar desolado, a cambio de las tarjetas del Bingo.