"Yo quería mostrar que la obsesión de la prensa por las celebridades es una estupidez absoluta y que ha infectado todos los demás ámbitos del periodismo. Si abres el Sun y lees "¡Los chismes más picantes de los famosos!", lo tomarás todo con pinzas. Pero cuando pasan por la BBC ya es mucho más difícil de arreglar". En 2009 Atkins y sus colaboradores colaron a la prensa noticias sin fundamento alguno sobre la vida íntima de los famosos: desde falsos detalles morbosos hasta las cosas más estrafalarias (los pelos de Amy Winehouse en llamas a causa de un amigo borracho, una estrellita del pop inglés experta en física cuántica). El resultado es la demoledora película "Starsuckers" y sus secuelas legales.