Su lograda intrusión en un programa meteorológico de la tele checa, entre cuyos paisajes habituales lograron colar la explosión de una bomba atómica, fue difundida masivamente por internet en el 2007. Apenas 24 horas después, en toda Europa se hablaba de esta acción que ellos mismos denominaron "Media reality" ("Realidad Mediática"). La cadena de televisión los denunció y el fiscal estatal acusó a los seis artistas de "generar pánico y propagar información falsa", por lo que enfrentaban penas de hasta tres años de prisión. En Marzo del 2008, el juez desestimó el caso por considerarlo un asunto no tanto de "desorden público" sino de "entretenimiento público".