The Influencers es un encuentro público que presenta al público de Barcelona unas prácticas creativas anómalas que atraviesan las tradicionales definiciones de arte, ingeniería informática, diseño, espectáculo y cultura del ocio.
El festival es una manera de compartir una investigación que empezó en el año 2000 en Boloña, Italia, bajo el nombre de Digital is not analog y que a lo largo de los años ha ido trazando los contornos de un campo propio donde se exploran las estrategias más controvertidas de intervención en el mundo de la comunicación. Tanto las que se sirven de herramientas tecnológicas revolucionarias como internet o las redes p2p, como las que irrumpen en la cultura popular (medios de comunicación mainstream, música pop, publicidad) o que tergiversan las estrategias del márketing y ocupan abusivamente el imaginario del consumo más desenfrenado.
Los artistas presentes en The Influencers 2005 utilizan y mezclan tácticamente herramientas diversas como el videojuego, el diseño gráfico, la comunicación en internet, el márketing político, el lenguaje del arte y el teatro. El resultado es la intervención directa en los flujos cotidianos de información, significados y emociones, no solamente en los medios de comunicación oficiales, sino también en el mundo del consumo y la cultura del ocio. Es decir, todo ámbito y sistema productivo en el que se crean imágenes y deseos colectivos, se definen las prioridades de la agenda social, se difunden y manipulan sentimientos comunes.
Con sus acciones, los Influencers a menudo se aprovechan de coyunturas favorables y sin pedir permiso se adueñan por un momento de los códigos del arte, de la acción política o de los negocios. No se trata de formas modernas de contrainformación, ni tampoco de arte o de tecnologías con contenido político, sino de proyectos que no son nada más que una reafirmación seductora y a veces surrealista de ideas que están en la cabeza de todo el mundo. Con una advertencia: los que se preocupen solamente de los contenidos tal vez quedarán decepcionados porque su habilidad consiste en diseñar un marco casi invisible, casi, dentro de la cultura masiva.
Poniendo en escena los estilos típicos del entertainment, de la información comercial o de la comunicación política, los Influencers juegan con la atención, provocan la curiosidad, son ambiguamente seductores. Sin embargo, a través de mecanismos de remezcla, camuflaje o sobreidentificación, generan otro tipo de entretenimiento, radical en sus propósitos y políticamente incorrecto. Se reapropian del cinismo y lo envuelven en nuevos contextos y en nuevas consignas. Lo llevan a los extremos, lo hacen estallar y finalmente, lo lanzan en la cara del público.