Bajo la definición “escultor de datos”, la trayectoria de Paolo Cirio cruza de manera original todos los campos abiertos por la revolución digital de los años ‘90 y especialmente aborda los grandes cambios en la concepción de la esfera pública que produjo la red “2.0”.
Entre los diferentes ingredientes de la sociedad conectada que Cirio ha utilizado y manipulado en sus proyectos, se encuentra por ejemplo la avalancha de informaciones personales publicadas en Twitter, el contenido de los libros de Amazon, la publicidad en Google, los perfiles de Facebook, el funcionamiento del sistema del crédito, la información acerca de las empresas con sede en los paraísos fiscales.
Paolo Cirio explora las nuevas formas de poder construido gracias al control de los datos, tanto en términos de información específica como de control sobre la circulación del conocimiento. La peculiaridad de su trabajo radica en la forma táctica con la cual aborda estas cuestiones: Paolo construye cada vez un dispositivo distinto uniendo de manera sorprendentemente natural los códigos de la net art, del performance más insólito y del street art, el vídeo, la programación de software alternativo y hasta la construcción de complejas narraciones colectivas desarrolladas en la esfera pública.
“Concibo mis proyectos artísticos como herramientas para involucrar a una gran audiencia en una reflexión sobre el poder de la información y medios de comunicación” - afirma Cirio - “Me gusta trabajar con métodos modernos de construcción de realidad, como estrategias de publicidad, la propaganda política, los códigos jurídicos, el entretenimiento, la economía. Estoy convencido de que estos son los elementos que se utilizan conscientemente para estructurar la información y construir una organización colectiva específica, un sistema de creencias, una tendencia social.”
Los astutos mecanismos puestos en funcionamiento por Paolo se plantean descodificar el funcionamiento de los sistemas de control en sus vertientes técnica y social. En línea general se podría decir que su estrategia no es atacar frontalmente esos sistemas, sino “recodificar” su funcionamiento de manera sutil para que la misma fuerza de las máquinas de control acabe saboteando su propio funcionamiento.
Sus intervenciones generan proyectos impecablemente documentados y explicados, aún así su objetivo es generar situaciones controvertidas y sus proyectos cobran vida en el momento en que los arroja en las fauces de los medios, en las redes o en las manos de la gente. Allí es donde una intervención muestra su potencial y hace visibles aquellos vínculos simbólicos, políticos o económicos que normalmente quedan invisibles bajo la supuesta normalidad de nuestra vida tecnológica cotidiana.