http://www.zachblas.info/
Como sostiene Edward Snowden, la transparencia debería ser absoluta para quienes tienen el poder; para todos los demás debería haber la máxima privacidad. Lamentablemente la situación actual indica que en la realidad ocurre exactamente lo opuesto. El derecho a la opacidad en una época de transparencia (asimétrica) es uno de los puntos clave del trabajo del artista, activista e investigador Zach Blas.
Su proyecto Facial Weaponization Suite (traducible como “Herramientas de transformación de la cara en arma”) responde a las tecnologías de reconocimiento facial - y a las injusticias que derivan de su uso - creando unas máscaras colectivas. En talleres abiertos Blas recoge y agrega datos biométricos de decenas de personas distintas: el resultado son máscaras amorfas que ningún software de reconocimiento facial identificará como rostros humanos.
Una de las máscaras (Fag Face Mask) procede de los datos de una gran cantidad de hombres queer y se propone dar una respuesta inmediata y tangible a los intentos de determinar la orientación sexual a través de análisis automatizados de la cara de las personas. Otra máscara explora las tres capas estéticas y políticas que se esconden detrás de nuestras asociaciones con el color negro: la incapacidad (o el desinterés) del software biométrico a la hora de detectar el color de la piel, con las implicaciones políticas que esto conlleva; el color negro en la estética militante; lo negro como metáfora de lo oscuro, de lo que queda ofuscado en la constante transmisión de información. La tercera máscara se enfrenta con el control de la cara de las mujeres, en particular a partir de la problemática de la legislación francesa sobre el velo y la obligación a una visibilidad forzosa.
“En el fondo este proyecto es un llamamiento a otro acercamiento totalmente distinto a las nociones tradicionales de ver, reconocer e identificar y su objetivo es frustrar una nueva visibilidad estandarizada, estructurada en base a procesos de cuantificación, medición y reducción operados por algoritmos”, afirma Blas. Las máscaras, que para los seres humanos resultan al contrario muy llamativas por su extraña forma, sus colores y el brillo de su material, son el resultado de un proceso de ingeniería inversa de un poderoso sistema de control y de una resistencia “desde abajo”. Sin embargo, no se trata simplemente de convertirse en opacas e invisibles, según Blas, sino de crear a través de la “opacidad informática” nuevas formas de solidaridad con colectivos invisibles o minoritarios.
En The Influencers 2016 Zach Blas presentará su último proyecto: Contra Internet, por el cual en 2016 le ha sido otorgada la prestigiosa beca Creative Capital.